Porque viajar

Yo sé que muchos de nosotros están listos para regresar a los Estados Unidos y empezar nuestro descanso de verano, pero también sé que muchos están tristes porque no quieren salir sus familias anfitrionas. Me sentí igual hace dos años cuando viajé a Oviedo, España. Estaba allí por siete semanas, y fue dificilísimo salir mi familia y amigos. Pero aprendí una cosa muy muy importante: cuando sales un lugar que ha sido tu hogar por tanto tiempo, también dejas una parte de tu misma.

Cuando fuimos a Samaná la semana pasada, yo vi a la bandera de Oviedo a fuera de un restaurante. Me sorprendí mucho ver una bandera de España en la República Dominica, y pregunté a profe si pudiéramos parar para que yo pueda sacar una foto. Resulta que el dueño del restaurante es de Oviedo. Me hizo tan feliz ver esa bandera, la bandera de uno de mis varios hogares. Entonces mi punto es eso: aunque tenemos que regresar a los Estados Unidos y dejar nuestras familias y aventuras locas aquí, dejamos parte de nuestros corazones aquí también.

Para terminar, quería incluir uno de mis poemas favoritos. Ese poema siempre me anima viajar.

Viajar es marcharse de casa,
es dejar los amigos
es intentar volar
volar conociendo otras ramas 
recorriendo caminos
es intentar cambiar.

Viajar es vestirse de loco
es decir “no me importa”
es querer regresar.
Regresar valorando lo poco
saboreando una copa,
es desear empezar.

Viajar es sentirse poeta,
es escribir una carta, 
es querer abrazar. 
Abrazar al llegar a una puerta
añorando la calma 
es dejarse besar.

Viajar es volverse mundano 
es conocer otra gente
es volver a empezar. 
Empezar extendiendo la mano,
aprendiendo del fuerte, 
es sentir soledad.

Viajar es marcharse de casa,
es vestirse de loco
diciendo todo y nada con una postal,
Es dormir en otra cama,
sentir que el tiempo es corto,
viajar es regresar.

-Gabriel Garcia Márquez