La Plaza de Colón
Mis lugares
favoritos para viajar son ciudades históricas y culturales. A mí, me gusta aprender
y experimentar la cultura normal y cosas diarias en el área. Por esa razón, me encantaba mi viaje al Santo
Domingo, específicamente la plaza de Colón.
Creo que me encantó la plaza de Colón más de los otros lugares porque era
una fuerte influencia española. La plaza era el primer lugar donde me senté que
yo era en un lugar familiar. Santiago es un buen representación de la república
dominicana moderno. Esa cultura moderna está mostrado por la conducción loca,
tiendas que en el exterior miran anticuadas y viejas en comparación de las en
los estados unidos, y los puestos de frutas
en cada esquina. Las tiendas, estilo, y el trazado de la ciudad, generalmente, en
la plaza de Santo Domingo eran diferentes. Los colores, con ladrillos de oro, limpieza,
tranquilidad me recordó a mi tiempo en Europa.
Un ejemplo de algo que me gustaba era los restaurantes en el aire libre.
Mientras no he ido a España, he viajado a otros lugares en Europa como Francia e
Italia. La cultura de Europa entre estos tres países es similar especialmente
en cuanto a los cafés y restaurantes en el aire libre. Es el mismo en Santo
Domingo con los hombres y sus cigarros y mujeres con sus cafés. Esta escena me recordé
a la época después de la primera guerra
mundial cuando los escritores fueron a Paris y España para escribir, específicamente
en cafés.
También, la Catedral de Nuestra Señora Santa María de la Encarnación fue
tan grandioso como los catedrales en Europa. Los detales en el techo y al altar
eran asombroso e intrincado. Había un espacio para orar, y era muy tranquilo y
bella. En comparación a Santiago, la iglesia que yo fui en Rosaleda, era muy
simple y pequeña.
Para el día libre después de los exámenes, quiero regresar a Santo
Domingo a beber café y leer un libro en el patio de un restaurante. Aquí puedo
mirar a todos las influencias de Europa combinado con la cultura de la República
Dominicana.
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